En esta ocasión profundizaremos en un tema crucial para la salud bucal: cómo abordar y corregir una mordida profunda utilizando Smile System, el avanzado sistema de brackets CCO.

La mordida profunda, un fenómeno dental complejo, requiere una comprensión detallada y enfoques precisos para lograr resultados estéticos y funcionales óptimos.

 

I. Comprendiendo las mordidas profundas: etiologías y consideraciones iniciales

Para comenzar, es esencial comprender que los tipos de mordidas profundas pueden tener dos causas principales: una de origen dental y otra de naturaleza mandibular o muscular. La primera, derivada de un apiñamiento dental, se manifiesta típicamente como una profundización de la curva de Spee inferior y, en muchos casos, una retroinclinación de los dientes anteriores superiores y dientes inferiores.

Por otro lado, cuando la mordida profunda tiene un origen mandibular, es decir, relacionado con la posición de la mandíbula o aspectos musculares, la corrección implica no solo ajustes dentales sino también intervenciones quirúrgicas.

En esta discusión, nos centraremos en la corrección de mordidas profundas de origen dental, reconociendo la interconexión genética y esquelética de estos casos, especialmente en pacientes con una clase II esquelética.

 

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II. Desafíos y controversias en la corrección de mordidas profundas

Abordar las mordidas profundas presenta desafíos, especialmente en términos de extrusión de molares. Muchos sistemas de ortodoncia optan por este enfoque, pero su aplicación en casos de mordida profunda puede ser controversial. La carga muscular significativa en estos casos hace que la extrusión de molares sea un objetivo difícil de alcanzar, y surge la pregunta crítica de determinar cuándo una dimensión vertical está aumentada o disminuida.

Al evaluar un paciente con mordida profunda de origen dental, es fundamental considerar las características particulares de cada caso. La relación clase II esquelética, común en estos pacientes, puede dar lugar a problemas en el tratamiento de la mordida profunda, generando molestias articulares debido al atrapamiento mandibular.

Además, la mordida profunda suele ir acompañada de una retrusión de los incisivos, lo que puede afectar tanto la estética como la función.

 

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III. Enfoque diagnóstico: evaluación muscular, genética y de espacio disponible

Al abordar la corrección de una mordida profunda de origen dental, es crucial realizar una evaluación integral del paciente. Esto incluye una evaluación muscular, genética y del espacio disponible en el hueso para corregir la posición de los dientes de manera adecuada. La genética, vinculada a menudo con la clase II esquelética, establece las bases para el tratamiento de ortodoncia, mientras que el análisis del espacio disponible determina la viabilidad de la corrección sin extracciones.

Un análisis horizontal, que incluya una línea de Andrews, es esencial para determinar si se requiere una proinclinación o de inclinación de los dientes anteriores superiores. Este paso diagnóstico crítico sienta las bases para un plan de tratamiento personalizado y efectivo.

 

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IV. Estrategias de tratamiento: cementación de brackets y secuencia de alambres

Después de un análisis exhaustivo y determinar la cantidad de espacio disponible, se procede a la estrategia de tratamiento. La cementación de brackets es el primer paso, sin alterar posiciones existentes, ya que el objetivo es nivelar el plano de oclusión mediante una posición adecuada de los brackets superiores e inferiores.

La secuencia de alambres es clave en el proceso. Se inicia con arcos más delgados de NiTi termoactivo y súper elástico(0.14") y se avanza progresivamente a alambres más gruesos (0.18", 0.20" x 0.20") para lograr una nivelación total del plano de oclusión. Este enfoque permite una corrección gradual y precisa, evitando causar problemas asociados con cambios bruscos o pérdida de anclaje.

 

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V. Logrando la estabilidad oclusal: alambres de acero y ajustes finales

Una vez alcanzada la alineación y nivelación, se introduce un arco de acero (0.19" x 0.25") con una ligera curva reversa inferior. Esto se realiza con el propósito de aplanar la curva de Spee, manteniendo el torque anterior y asegurando una estabilidad oclusal a largo plazo.

La introducción de elásticos de clase II de 3/16 es fundamental en esta etapa para acompañar el proceso, facilitando el asentamiento de la oclusión y cerrando espacios según sea necesario.

La radiografía de control en esta etapa es esencial para evaluar la posición de los brackets y la calidad de la oclusión lograda.

 

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VI. Consideraciones en etapas de desarrollo: intervención temprana en niños

En casos de mordida profunda en etapas de desarrollo, especialmente en niños, es crucial considerar intervenciones tempranas. Elementos que elevan la oclusión posterior pueden ser necesarios para permitir el crecimiento adecuado del hueso de la mandíbula. Además, problemas que parecen ser verticales, como la mordida profunda, a menudo tienen un componente transversal, requiriendo una evaluación detallada para determinar si se necesita expansión maxilar.

 

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En conclusión, la corrección con aparatos de ortodoncia para mordida profunda, como el sistema de brackets CCO Smile System, es un proceso integral que combina la comprensión detallada del paciente, a partir del diagnóstico preciso y una estrategia de tratamiento progresiva.

Al mantener un enfoque personalizado y considerar tanto la estética como la funcionalidad, podemos lograr resultados excepcionales en la corrección de mordidas profundas de origen dental.

Este enfoque no solo se centra en la alineación dental, sino también en la estabilidad oclusal a largo plazo, asegurando que los resultados perduren y los problemas dentales desaparezcan.

La atención especial a la genética, la carga muscular y la cantidad de espacio disponible son aspectos clave que definen el éxito del tratamiento.

En última instancia, abordar la mordida profunda va más allá de la estética; es una inversión en la salud bucal y la calidad de vida del paciente.

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