Es completamente seguro que si uno inicia un tratamiento de ortodoncia en un paciente con enfermedad periodontal activa, este fracasará indudablemente, ya que estamos hablando del soporte dental, un paso en falso y tendremos un ominoso souvenir para nuestro paciente y una terrible review en Google Maps. Pero espera, ¡no todo está perdido!
Es posible tratar a estos pacientes. Solo requiere de un coordinado (y multidisciplinario) trabajo entre ortodoncista y periodoncista, solucionar los problemas periodontales, erradicar la infección y sanar la inflamación antes de iniciar cualquier estudio previo al pegado de brackets.
Pero siempre queda la inquietud, ¿afectará el movimiento de los brackets al hueso ya sensible? Lo cierto es que no, ya que en la actualidad existen biomecánicas de muy bajo estrés para el periodonto.
Un factor importante a considerar es que cada diente tiene características peculiares, cantidad y forma de las raíces o la arcada en la que están ubicados. Por lo que es entendible que la fuerza necesaria para mover un central superior no es la misma que requiere un molar inferior. El uso de aparatología inteligente, en combinación con arcos multifuerzas, permite utilizar el gramaje específico para cada grupo de dientes, emitiendo de manera constante la fuerza biológicamente necesaria para mover el diente, sin afectar la salud periodontal.
Aunque durante el tratamiento se tenga una reducción en el ligamento periodontal, no hay pérdida de soporte durante ni después del movimiento dental además que, una vez terminado el tratamiento de ortodoncia, favorece a que los pacientes tengan una mejor higiene.
Pero, ¿y qué hacemos con los casos heredados? Es común que el paciente abandone su tratamiento por cualquier motivo y después de un par de años con una precaria higiene, decida retomar donde se ha quedado.
No es sorpresa que se tenga que tratar como un paciente completamente nuevo, ya que es complicado interpretar en qué fase de tratamiento se encontraba o qué era lo que el anterior ortodoncista tenía planeado como cierre del mismo. Sin mencionar que es altamente probable que gran parte de la aparatología ni siquiera esté cementada para este punto, de modo que es mejor reiniciar el tratamiento, así podemos tener el completo control, tanto de la salud oral como del movimiento dentario.
Hay que perder el miedo al tratamiento post-enfermedad periodontal, ya que no es un factor limitante siempre y cuando el paciente esté completamente recuperado. Gracias a las técnicas y sistemas de baja fricción, brackets de autoligado interactivo, arcos de fuerzas ligeras, pero constantes y arcos multifuerzas garantizan que durante la ortodoncia no exista pérdida de soporte, aunque el periodonto esté reducido.
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