Es bien sabido que cada paciente es un mundo interconectado entre cuerpo, mente y espíritu: según estudios médicos y psicológicos como el de doctor Charles B. Nemeroff en su artículo Psychoneuroinmunoendocrinology: The Biological Basis of Mind-Body Physiology and Pathophysiology o el del médico psiquiatra argentino Jose Bonet, quien relaciona los factores psicológicos con las respuestas somáticas dando a entender que todo lo que comprometa al individuo en cualquiera de estos tres planos se verá reflejado en una respuesta psicosocial, conservando o alterando carácter o comportamiento propio forjado durante su desarrollo. Por lo tanto, es indispensable que durante la consulta ortodóncica se indague y asocie información que pueda influir de forma positiva o negativa en la decisión de compra o de desarrollo del tratamiento.
La consulta debe verse no solamente como un servicio sino también como el pilar de una empresa, que se encuentra en constante crecimiento por medio de la negociación con cada uno de sus clientes/pacientes. Para brindar un servicio de calidad es importante conocer las características del consumidor.
Si bien en algunos casos los pacientes no son muy claros con sus expectativas del tratamiento, es parte de la labor del especialista encaminarlo hasta poder identificar cuál es el objetivo del tratamiento para el paciente. Recuerda siempre poner en práctica el modelo de comunicación continua. Escuchar es indispensable, nos da la pauta para realizar preguntas y es a la vez la respuesta de las mismas, nos permite hacer un análisis de la información y sugerir la mejor opción de tratamiento a nuestro paciente.
Dependiendo de la edad del paciente (preadolescente, adolescente, adulto joven, adulto intermedio, adulto maduro), se pueden hacer preguntas del ámbito social en el que se desarrolla, ya sea cultural, deportivo o económico. Esto nos permite tener mayor claridad de sus intereses y éstas a su vez deben ser complementadas y correlacionadas con preguntas bajo planteamientos específicos.
Permítete cambiar o consolidar tu estrategia de atención, enfocándote en realizar preguntas concretas con el fin de obtener respuestas claras sobre:
¿Has tenido contacto con otras personas que estén llevando un tratamiento de ortodoncia, ya sea con brackets o con alineadores? Esta pregunta permite evidenciar la necesidad de pertenecer o no a un grupo en particular; al ser negativa la respuesta el motivo debe tener un trasfondo particular. En ese caso la pregunta sería: ¿qué es lo que le incomoda o no le gusta de su dentadura? o ¿por qué decides iniciar un tratamiento de ortodoncia? Si la respuesta está relacionada con verse mejor para sí mismo y no da mayor importancia a la funcionalidad, será un paciente apto para tratamientos estéticos, este paciente estará comprometido sin importar el tipo de ortodoncia que elija.
¿Cuál sería el tratamiento ideal para él o en cuánto tiempo desea culminar el tratamiento? En pacientes preadolescentes hay que tener en cuenta también las posibles respuestas del acompañante, quien nos dará un juicio de valor sobre el grado de responsabilidad y rutinas del paciente. Uno de los factores de fracaso de cualquier tratamiento en preadolescentes y adolescentes es tomar el tratamiento por obligación y no por convicción, ya que evitarán asistir a las citas o no estarán comprometidos con terminar a tiempo su tratamiento.
¿Qué quieres hacer luego de que termines el tratamiento? Desde una foto hasta asistir a un evento, es importante ser realista con sus expectativas, es importante siempre ser sincero de hasta qué punto pueden llegar y en qué tiempo pueden alcanzar su objetivo.
Por ejemplo, un adulto joven que se encuentra en la universidad, su entorno social es más activo, puede practicar deportes de alto impacto, tener noches de fiesta o estar abierto a probar nuevos alimentos, por lo que será necesario hacer la siguiente pregunta: ¿En escala del 1 al 10 qué tan bueno serías llevando contigo un objeto en la mano por una semana sin perderlo? Si la respuesta va del 1 al 5, estamos frente a un paciente que posiblemente no sea candidato a alineadores y te preguntarás por qué. Esto es debido a que de una u otra forma es necesario realizar el retiro del alineador para alguna de esas actividades, aumentando la probabilidad de que éste salga de boca y no regrese a cumplir con las 22 horas establecidas, aumentando el tiempo del tratamiento.
Lo mismo sucede con preadolescentes que ya han pasado por tratamientos de ortopedia removible o trainer. Para ellos la pregunta adecuada sería: ¿con qué frecuencia o para qué actividades retiraba los aparatos? Si su respuesta es muy amplia, ya podremos recomendar mejor una ortodoncia fija que nos permita tener control del tratamiento.
Recuerda que la actitud y la personalidad del paciente pueden ser alteradas no sólo por el trato que le demos en la consulta, también por exposición a situaciones detonantes como el dolor, frustración, entre otros aspectos que tratamos en la guía de manejo de pacientes en odontología
Preguntas como ¿te importa más la comodidad o la velocidad del tratamiento? Si la respuesta es comodidad, podremos ofrecerle opciones como el bracket de autoligado interactivo o los alineadores, dejando de lado el bracket convencional. Si su respuesta es velocidad, debes dar la mejor opción después del análisis de tu diagnóstico basado en estudios, ya que dependiendo el caso puede ser más fácil o más rápido el tratamiento con alineadores que con brackets y viceversa.
¿En tu entorno (casa, trabajo, escuela) tienes un ambiente agradable? ¿qué te dirían si llegas mañana con brackets, lo notarían? ¿te gustaría que no se note que llevas ortodoncia o te da igual? Frente a la respuesta, identifica signos o expresiones de ansiedad como apretar las manos, pasar las manos por la cara, encoger los hombros, expresiones como “no, no, no quiero ni pensarlo” o risas nerviosas.
En la ortodoncia es inevitable la inflamación del tejido y por consiguiente la manifestación de dolor en diferentes escalas. Se puede detectar la tolerancia con preguntas como: ¿Qué prefieres, una presión constante o la tracción con fuerza cada determinado periodo de tiempo? Según las fuerzas aplicadas, los alineadores basan sus movimientos biomecánicos apoyados en la fuerza por presión y en los brackets su fuerza está apoyada en la fuerza de contacto y fricción, la cual da una percepción del dolor más amplio. ¿Cuándo sientes dolor o tu tolerancia es baja, media o amplia? Ejemplificando en lo posible con escalas del 1 al 10 y con situaciones previamente experimentadas como dolores de cabeza.
Sea ortodoncia con brackets o alineadores, el producto y tratamiento que ofrezcas deberán satisfacer estas necesidades, generando una satisfacción recíproca tanto para ti como profesional como para tus pacientes. Si percibes que aún no existe la intención de iniciar el tratamiento por convicción, recomienda esperar a que realmente sienta la necesidad de realizar el tratamiento, así este será más eficaz independientemente del producto con el que estés trabajando, es mejor hacer demasiadas preguntas y dar solución efectiva a tener inconformismos a mitad del tratamiento por una falta de asesoría profesional.
Fuentes de consulta: