En un mundo donde la zirconia destaca entre los materiales más utilizados en odontología por su alta resistencia, biocompatibilidad y longevidad, hay un detalle que no se puede pasar por alto: su protocolo de cementación, ya que su adhesión no es tan sencilla como parece.
Puedes tener el diseño perfecto y un fresado impecable, pero si fallas en la cementación, todo el tratamiento puede venirse abajo. Por eso, dominar el protocolo correcto para cementar restauraciones de zirconia es crucial para garantizar el éxito a largo plazo.En este blog te explicamos, paso a paso, cómo abordar el protocolo de cementación de zirconia de forma adecuada.
Gracias a su combinación única de resistencia y estética, la zirconia se ha consolidado como la opción preferida para restauraciones fijas, puentes e incluso implantes dentales.
Sin embargo, la complejidad de su adhesión requiere que el odontólogo tenga un conocimiento profundo tanto de las propiedades del material como de los protocolos específicos necesarios para garantizar una unión durable y funcional entre la restauración y el diente. ¿Por qué, entonces, un material tan confiable representa un desafío en los protocolos adhesivos? La respuesta se encuentra en sus características físicas y químicas, que dificultan la adhesión mediante métodos tradicionales.
La zirconia es un material estructuralmente diferente de las cerámicas vítreas, ya que carece de fase vítrea y no contiene sílice. Esta composición hace que no pueda ser grabada con ácido fluorhídrico, un procedimiento comúnmente utilizado para generar microretención en cerámicas basadas en vidrio. Además, los agentes silanos, que se usan para crear enlaces químicos entre materiales cerámicos y cemento de resina, no son efectivos con la zirconia, ya que estos requieren una superficie rica en sílice para funcionar correctamente.
Si quieres saber más sobre qué es la zirconia dental, visita nuestro artículo.
or estas razones, la zirconia no puede establecer una adhesión química convencional como ocurre con otras cerámicas. En su lugar, la retención con este material depende principalmente de mecanismos micromecánicos. Una técnica ampliamente respaldada por la literatura es la abrasión con óxido de aluminio (alúmina) de 50 µm, aplicada a baja presión. Este procedimiento crea una rugosidad superficial que aumenta el área de contacto y mejora la humectación, permitiendo una mejor interacción física con el cemento resinoso.
Esta abrasión genera microretenciones en la superficie, facilitando la penetración y anclaje del cemento resinoso, lo cual es crucial para el éxito de la unión. Sin embargo, hay que ser cuidadoso con la presión y el tamaño de las partículas, ya que un arenado excesivo podría debilitar la estructura de la zirconia o generar microfracturas.
Se puede complementar esta retención mecánica con sistemas adhesivos específicos para zirconia, como los que contienen monómeros funcionales tipo MDP (10-Metacriloxido de decil dihidrógeno fosfato), los cuales pueden formar enlaces químicos más estables con la superficie de la zirconia.
En el proceso de cementar restauraciones, es imprescindible comprender que la fuerza de adhesión funciona como un puente entre el diente y la restauración, y para que sea efectiva, ambas interfaces diente-adhesivo y adhesivo-zirconia deben estar correctamente preparadas. Esto implica considerar factores clave como la altura, el ángulo y la textura del diente pilar, así como el tratamiento superficial de la zirconia con agentes mecánicos y químicos que optimicen su capacidad de unión con el cemento de resina.
¿Cómo cementar una corona de zirconia?
Cementar coronas de zirconia representa un verdadero reto clínico. Si no se siguen los pasos adecuados, la adhesión puede verse comprometida, poniendo en riesgo la longevidad del tratamiento. Sin embargo, cuando se aplica correctamente el protocolo de cementación, las propiedades de la zirconia permiten lograr una unión tan sólida que la restauración se comporta prácticamente como una extensión del diente. Esto hace que su remoción sea sumamente difícil, e incluso, en muchos casos, imposible sin fracturarla. Por ello, seguir con precisión el protocolo de cementación de zirconia es clave para garantizar una adhesión duradera y un ajuste clínico óptimo.
Este fenómeno se ha observado en diversos estudios clínicos y de laboratorio, donde las restauraciones cementadas bajo protocolos correctos presentan una retención tan firme que solo es posible retirarlas con fractura, lo que indica la efectividad del proceso. Por ello, dominar el protocolo no solo garantiza el éxito funcional, sino que también brinda tranquilidad tanto al clínico como al paciente.
A continuación, te guiamos paso a paso para que tu próxima cementación sea todo un éxito. Este protocolo detallado es esencial para cualquier odontólogo que busque dominar la técnica de cementar restauraciones de zirconia con resultados confiables y duraderos.
Prueba de ajuste
Antes de iniciar el proceso de cementación, coloca la restauración en boca para verificar cuidadosamente los contactos proximales, la oclusión y el sellado marginal. Es fundamental asegurarse de que la adaptación sea precisa, ya que una vez cementada, cualquier corrección será mucho más difícil debido a la alta dureza de la zirconia.
Durante esta etapa, también se puede evaluar la necesidad de algún ajuste fino para mejorar la adaptación. La correcta prueba de ajuste es fundamental para evitar problemas posteriores, como filtración marginal, movilidad oclusal o incomodidad del paciente. Además, se debe comprobar la estabilidad y ausencia de rebotes o espacios que puedan comprometer la unión.
Ajustes necesarios
Los ajustes en boca deben evitarse en la medida de lo posible, ya que el desgaste con fresa puede inducir microfracturas en la estructura de la zirconia, comprometiendo su resistencia a largo plazo. Además, intervenir una superficie previamente pulida en laboratorio puede aumentar su abrasividad, favoreciendo el desgaste del diente antagonista. Si la restauración requiere ajustes, estos deben realizarse antes del cementado, utilizando fresas de diamante de grano fino o extrafino, específicamente diseñadas para zirconia. Se recomienda trabajar a baja velocidad, con abundante irrigación para evitar el sobrecalentamiento.
Una vez realizados los ajustes, es indispensable repulir la superficie con gomas especiales o sistemas de pulido para zirconia, a fin de devolverle un acabado liso, brillante y biocompatible. Nunca se debe dejar la superficie sin pulir. Finalmente, tras cada modificación, se debe volver a probar la restauración en boca y confirmar que asiente por completo sin rebote ni interferencias.
Limpieza de la restauración
Una vez realizados los ajustes, es importante limpiar la superficie interna de la restauración con un limpiador específico para zirconia, con el fin de eliminar contaminantes como saliva, fosfatos y residuos de ajuste. Aunque el alcohol isopropílico puede remover grasa, polvo y restos de saliva, no elimina los fosfatos presentes en la saliva, los cuales interfieren directamente con la adhesión del monómero MDP. Por esta razón, el uso exclusivo de alcohol no es suficiente para garantizar una superficie limpia y adecuada para la cementación.
En este punto, es clave recordar que para cementar restauraciones de zirconia, la limpieza profunda y específica es un paso imprescindible para evitar fallas adhesivas. Además, mantener la superficie libre de contaminantes mejora significativamente la fuerza de unión y reduce la posibilidad de fracaso clínico.
Preparación de la superficie interna
Para mejorar la retención mecánica de la restauración, se recomienda realizar un arenado con partículas de óxido de aluminio de 30 a 50 micras, a baja presión (aproximadamente 15 psi) durante 10 segundos. Este procedimiento aumenta la rugosidad superficial, favoreciendo la adhesión del cemento.
Tras el arenado, es importante eliminar cualquier residuo con aire libre de aceite y, si es necesario, realizar una limpieza adicional con el mismo agente utilizado previamente. Una superficie interna bien preparada es clave para lograr una unión química y mecánica efectiva.
Este paso es uno de los más decisivos para conseguir que la restauración quede firmemente adherida, ya que la preparación adecuada de la superficie es la base para que el cemento pueda fijar correctamente.
Aplicación del primer con MDP
Aplica un primer que contenga monómero MDP sobre la superficie interna de la restauración. Este componente es fundamental para lograr una unión química efectiva entre la zirconia y el cemento. Asegúrate de cubrir completamente la superficie arenada y deja actuar el primer durante el tiempo indicado por el fabricante. No enjuagues; simplemente seca con aire suave.
Este paso es uno de los más importantes para lograr una adhesión química estable que, junto con la retención mecánica, garantiza el éxito al cementar restauraciones de zirconia.
Preparación del diente
Realiza este paso bajo aislamiento absoluto para evitar cualquier contaminación por humedad. Asegúrate de que la superficie dental esté limpia y libre de residuos. Puedes hacer una limpieza previa utilizando una copa de hule.
La preparación del diente varía según el tipo de cemento que se va a emplear:
- Si usarás un cemento resinoso autoadhesivo, no es necesario grabar con ácido; basta con tener la superficie limpia y seca.
- Si usarás un cemento de resina convencional, realiza grabado con ácido fosfórico (según el protocolo del fabricante), enjuaga abundantemente, seca sin deshidratar y aplica el adhesivo correspondiente siguiendo las instrucciones del sistema adhesivo que estés utilizando.
Cementado de la restauración
Coloca el cemento seleccionado en la superficie interna de la restauración y asienta sobre el diente con presión firme y constante, asegurando una correcta adaptación. Realiza un fotocurado inicial de 2 a 3 segundos para facilitar la remoción de los excesos de cemento en los márgenes, sin que este se endurezca por completo.
Una vez retirados cuidadosamente los excedentes, fotocura de forma completa desde diferentes ángulos, durante al menos 20 segundos por cada cara (vestibular, lingual y oclusal), siguiendo las recomendaciones del fabricante para garantizar una polimerización adecuada.
Recordar que al cementar restauraciones de zirconia, la presión y el fotocurado adecuados son determinantes para evitar microfiltraciones y asegurar la resistencia de la unión.
Verificación final
Finaliza el procedimiento verificando cuidadosamente la oclusión, los contactos proximales y el sellado marginal. Realiza los ajustes mínimos necesarios con las herramientas adecuadas para zirconia, asegurando que la restauración funcione correctamente dentro del entorno oral y no existan interferencias que puedan comprometer su longevidad.
Recuerda:
El éxito clínico de las restauraciones de zirconia depende de dos factores clave:
- Preparación adecuada de la superficie interna de la restauración
- Selección correcta del sistema de cementado según el caso clínico.
¿Con qué se cementa la zirconia?
La correcta elección del sistema de cementación es fundamental para el éxito clínico de una restauración de zirconia, dado que las particularidades de su estructura limitan la adhesión química convencional, es indispensable combinar tratamientos mecánicos y químicos específicos.
El tratamiento mecánico más efectivo es el arenado con partículas de óxido de aluminio que genera una superficie microrretentiva y mejora la humectación del cemento. En cuanto al tratamiento químico, el componente clave es el monómero MDP (10-metacriloiloxidecil dihidrógeno fosfato), considerado el "superhéroe de la adhesión" por su alta afinidad con el óxido de zirconia, lo que permite establecer una unión química estable y duradera.
La elección del cemento también es crítica. Los cementos de resina compuesta que contienen MDP ya sea incorporado en su fórmula o aplicado mediante un primer son los que ofrecen los resultados más confiables.
Aunque no existe un protocolo universal, existe consenso en la literatura científica en que el cemento ideal para zirconia debe contener MDP y aplicarse sobre una superficie previamente arenada. Ignorar estos pasos puede comprometer seriamente la longevidad y el éxito clínico de la restauración.
Cemento para zirconia dental
Cementos de resina con monómero MDP
Son la primera opción para la cementación adhesiva de zirconia. El 10-MDP (10-metacriloxi-decilo dihidrógeno fosfato) es un monómero funcional con alta afinidad química por el óxido de zirconio, lo que permite una unión fuerte y duradera. Este monómero puede encontrarse en:
- Cementos de resina autoadhesivos con MDP incorporado.
- Cementos de resina de curado dual combinados con primers a base de MDP.
Estos sistemas son especialmente recomendados cuando se busca una adhesión reforzada o cuando la preparación no presenta retención suficiente.
Cementos de ionómero de vidrio o fosfato de zinc
En casos donde la preparación dental ofrece retención mecánica adecuada y el aislamiento es limitado, algunos clínicos optan por cementos convencionales. Sin embargo, estos materiales no establecen una unión química con la zirconia, por lo que su uso debe reservarse para indicaciones muy específicas.
Actualmente, los cementos de resina con MDP aplicados sobre zirconia previamente arenada representan la opción más confiable para lograr una adhesión efectiva. Aunque existe variabilidad entre productos y protocolos, la evidencia respalda el uso de estos sistemas como estándar en la cementación de restauraciones indirectas de zirconia.
La cementación de la zirconia representa uno de los grandes avances y, a la vez, desafíos en la odontología restauradora moderna. Más allá de un procedimiento clínico, es un arte que requiere comprensión profunda del material, precisión en cada paso y compromiso con la excelencia clínica. Cada decisión, desde el tipo de cemento hasta el método de preparación, influye directamente en la longevidad y el desempeño de la restauración.
Al dominar el protocolo de cementación adecuado, los profesionales no solo aseguran resultados estéticos y funcionales óptimos, sino que también elevan la confianza del paciente en tratamientos duraderos y fiables.
En definitiva, el éxito en la cementación de zirconia es un reflejo del conocimiento, la habilidad y la dedicación del odontólogo hacia la salud y bienestar oral de sus pacientes.
Por ello, no subestimes la importancia de cada paso en el proceso para cementar restauraciones de zirconia, ya que la calidad y precisión en este procedimiento marcan la diferencia entre un tratamiento exitoso y uno que podría fallar prematuramente.
Fuentes:
- Cementación de Zirconia: Una Revisión Sistemática de los Protocolos Más Utilizados Actualmente
https://www.sciencedirect.com/org/science/article/pii/S1874210624000164 - Protocolo de adhesión en coronas de Zirconia su implementación en casos clínicos
https://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/158997/Documento_completo.pdf-PDFA.pdf?sequence=1&isAllowed=y
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